Hacer bandera del escapismo

Hacer bandera del escappismo.

Hacía un día maravilloso en el orfanato de la Wammy House. Varios niños jugaban a la guerra, tratando de evadirse de la realidad del orfanato. Sin embargo, quienes se mantenían al margen de todo aquel jaleo eran dos chicos. Un niño y una niña. El niño, de pelo negro azulado y ojos negros con unas ojeras de campeonato, andaba encorvado con las manos en los bolsillos. Su camiseta blanca le hacía parecer un fantasma.

-Hay que ver con la organización escolar de este centro, no tiene ni pies ni cabeza.

Se quejó el niño. Su compañera, una niña de pelo negro cuervo y ojos verdes asintió mientras miraba con curiosidad un pequeño escarabajo negro que trepaba por un árbol.

-L, fuguémonos.

-Tory, por amor de dios, deja de hacer bandera del escapismo. Somos los más inteligentes de aquí, debemos dar ejemplo.

Entonces, cuando ambos iban a empezar a discutir sobre el tema, el potero del edificio les dio un escobazo porque les consideraba los raros. Tory le lanzó una piedra y agarró a su amigo del brazo, echando a correr con él.

-¿Sabes? Me estoy aburriendo.

-¿Hacemos una competición de ajedrez?

-Vale.

-Pero eso sí, ¡no seas tan violenta!

-Entonces no sería yo, L.

-Eres imposible…

Suspiró L con una sonrisa mientras iba a por las piezas de ajedrez. Tory le miró con una sonrisa. Eran los más listos de ese orfanato, y estarían solos por eso. Menos mal que se tenían el uno al otro porque si no era para volverse locos.