Algunas citas memorables

"Si en la noche lloras porque has perdido el sol, las lágrimas te impedirán ver las estrellas" Rabindranath Tagore

"Yo voy soñando caminos" Antonio Machado

"Lo que más me importa de la vida, es vivir" Federico García Lorca

"El mundo nada puede contra un hombre que canta en la miseria" Ernesto Sábato

"Se tú e intenta ser feliz, pero ante todo, se tú" Charles Chaplin

"Hoy es siempre todavía" Antonio Machado

"¿Quién puede saber qué es real y qué es la verdad disfrazada de cuento?" Belgarath

"Yo soy la Justicia" L

"Que puedas no significa que debas" Acheron Parthenopareus

domingo, 8 de enero de 2012

La ley Pendular

La Ley pendular:


La sociedad siempre se ha caracterizado por tener un movimiento pendular en su forma de ser. Ese movimiento pendular se ha visto reflejado en corrientes artísticas que dependiendo del momento histórico vivido, presentan unas características u otras. En literatura también ha habido movimientos pendulares que han marcado el estilo de las diferentes épocas. Hoy hablaremos de ellos.

Como estudiamos en filosofía, existen dos grandes corrientes de  pensamiento enfrentadas: el pensamiento platónico y el pensamiento aristotélico. El pensamiento platónico es aquel que expresa la existencia de dos “realidades” diferentes: una, la engañosa realidad que percibimos mediante nuestros sentidos y que es solo apariencia, y otra, la verdadera realidad a la que solamente puede accederse con valor, amor a la sabiduría y mediante el pensamiento. Es la idea expresada por Platón en la caverna, o en la película  Matrix. Todo lo que vemos es una representación, una sombra, un reflejo deformado que muchos toman por verdadero.


 Frente a esta corriente de pensamiento, está el aristotelismo, que defiende el plano material frente al espiritual. Estas dos corrientes de pensamiento se han ido enfrentando la una a la otra a lo largo de los siglos como si de una gran batalla épica se tratase.

Las primeras manifestaciones literarias conservadas en la Península Ibérica de la lírica romance son las jarchas, pequeños poemillas generados por la alta sociedad que luego se popularizaron y fueron adoptados como propios por el pueblo llano. Estos poemillas, que datan de entre los siglos X y XI, son las primeras manifestaciones literarias conservadas escritas en lengua romance. Inspiradas en las jarchas, se encuentran, durante la Edad Media, los tres grandes mesteres: el mester de clerecía, el mester de juglaría y el mester de cortesía. Todos ellos, se encuadran dentro de la filosofía platónica. Esta se caracteriza en la literatura por hablar de amores imposibles y a primera vista. Durante la  Edad Media, es frecuente encontrar en los mesteres y en las cantigas, al caballero que  dice será el vasallo de la dama a la que ama. 

En el otro extremo, es decir, siguiendo la corriente aristotélica de la literatura, se encuentran los escritos de la etapa Renacentista. En esta etapa, vuelven con fuerza los conocimientos de la Grecia neoclásica. Se pasa de una sociedad teocéntrica, que había sido propiciada por el modelo feudal que existía durante la Edad Media, a una sociedad antropocéntrica. Durante esta etapa en España, comienza el llamado Siglo de Oro, que culminaría con el retorno al platonismo en el Barroco. De esta época, llamada Siglo de Oro, son algunos de los más celebres autores de la literatura española. Lope de Vega, Calderón de la Barca, Quevedo, Góngora o Santa Teresa de Jesús. Resulta admirable como prácticamente en la ruina económica, las letras españolas alcanzaron una posición sobresaliente en el ámbito de la cultura europea. La lengua castellana gozaba de un indiscutible prestigio en la sociedad francesa. Francia asimila – modificándolos, muchas veces mejorándolos – una serie de elementos españoles que incorpora a su patrimonio cultural.

Tres géneros  conquistaron el favor del público francés: el ensayo, la novela y el teatro.

En el ensayo destacaron Pedro Mejía y sobretodo Antonio de Guevara.
La novela también se apreciaba en todas sus formas, sobre todo las novelas de caballería, las novelas de tema morisco y las novelas pastoriles.


La novela de tema morisco española se parece bastante a la novela de caballería; en ambas se cuentan aventuras extraordinarias y combates fuera de lo común; en las de caballería, los héroes tienen que enfrentarse con gigantes descomunales; en las novelas moriscas, se narran enfrentamientos heroicos entre moros y cristianos en un ambiente lleno de sentimientos elevados : El honor, el valor, la lealtad, el amor, la generosidad…El modelo de aquel tipo de novela lo ofreció el libro de Ginés Pérez de Hita, Guerras civiles  de Granada. (1595).



Junto a las novelas moriscas se difundieron con gran éxito por toda Europa  las novelas pastoriles como: la Diana  enamorada de Gaspar Gil Polo (1564), la Galatea de Cervantes (1585), la Arcadia de Lope de Vega (1598).

Todas aquellas aventuras heroicas - las de los caballeros andantes, las de caballeros moros y cristianos, las de pastores enamorados  -  encantan a un público selecto y culto en la Francia de la primera mitad del siglo XVII. Algunos de los libros que se inspiran de fuente española figuran todavía como obras maestras  de la literatura francesa y del clasicismo, sobre todo la de Madame de la Fayette (La princesa de Cleves). Algunos aspectos fundamentales del preciosismo o de la llamada novela de análisis francesa resultan incomprensibles sin tener en cuenta esta influencia española que se prolonga asta principios del siglo XIX.

Mucho más conocida es la hulla dejada por el teatro español de Lope de Vega, Guillen de Castro; Tirso de Molona, Calderón…en la literatura francesa. Este teatro proporcionó a los dramaturgos franceses de los reinados de Luis XIII Y Luis XIV temas y situaciones, por no hablar de los plagios. Encontramos buenos ejemplos de esta influencia en la obra de Pierre Corneille. En cuanto al tema de Don Juan, que ilustra una comedia celebre de Moliére, procede evidentemente España.

Menos estudiada es el desarrollo y la influencia española en lo que se refiere a la literatura religiosa. La espiritualidad francesa y europea del siglo XVII debe mucho a las fuentes españolas. En 1622 se tradujo al francés el Cantico espiritual de san Juan de la Cruz. En la abadía de Port-Royal se leía, se comentaba y se traducía a Santa Teresa y a San Juan de la Cruz. La influencia de la literatura española en Francia se mantuvo algún tiempo más con el Discreto de Baltasar Gracían: : su Héroe se tradujo en 1645, pero el clasicismo francés le debe poco. Francia tomó entonces el relevo de España como modelo cultural, al tiempo que la suplantaba en el ámbito diplomático.

El siglo XVIII es el Siglo de la Ilustración. El llamado siglo de las Luces. En el que se reúne todo el saber acumulado por la humanidad en “La Enciclopedia” de Diderot. En los hogares, la Biblia pasa a un segundo plano, y las familias se reúnen para leer juntas “La Enciclopedia”. Con este siglo llegan las ideas humanistas, que se inspiran de nuevo en la teoría aristotélica.

El siglo XIX es una vuelta a lo platónico. En este siglo aparecen diversas corrientes literarias de las que destacan el Romanticismo y el Naturalismo. El Romanticismo se sirve de recursos climatológicos para expresar el alma torturada del autor: las acciones transcurren en medio de mares embravecidos, cementerios, uso de fantasmas para dar sensación de tragedia. Claro ejemplo de ello es la obra “Don Álvaro o la fuerza del sino” o la obra de Gustavo Adolfo Bécquer.  El Naturalismo,  de origen francés, surge a finales del siglo XIX de la mano de Émile Zola. Se caracteriza por presentar la realidad en su aspecto más crudo, en su tiempo, fue considerado como exagerado y obsceno al presentar una realidad que la sociedad parisina de la  época no estaba dispuesta a admitir. El naturalismo busca representar la realidad tal cual es, incluso la exagera. Es, fundamentalmente, un medio de denuncia social que sería posteriormente recuperado en la literatura de posguerra.

Sin lugar a duda el siglo XX es el siglo en el que coinciden en el mismo tiempo el mayor número de movimientos literarios opuestos. El siglo XX es considerada la segunda época dorada de las letras españolas. Es la época de las generaciones del 98 y la del 27, de las que hablaremos a continuación.

La generación del 98, con sus críticas y preocupaciones existenciales y sociales, puede ser considerada como el auge del movimiento aristotélico. De este grupo, cabe destacar algunas características:
-Preocupación por el tema de España.
-Profunda renovación de la literatura, sobre todo en novela y en teatro, aunque el género más cultivado es el ensayo.
- Atracción por la historia de España. La crisis de fin de siglo queda reflejada en las preocupaciones existenciales.
- La preocupación existencialista: El sentimiento de angustia, la crisis del positivismo y la inclinación hacia el subjetivismo.

De esta generación, cabe destacar a algunos autores. Tales como Antonio Machado, Miguel de Unamuno, Pío Baroja, Manuel Machado, Azorín y Valle-Inclán.

Años más tarde, como oposición a este movimiento surge la llamada Generación del 27. Esta generación, tendría una trayectoria intensa pero corta, puesto que quedaría truncada tras la Guerra Civil Española. Esta generación también tenía una serie de características distintivas:

-Se encuentran influidos por los poetas clásicos como Góngora (culteranismo) y las Vanguardias, de entre las que destaca el Surrealismo (movimiento que se inicia en la segunda década del siglo XX, y que se caracteriza por el intento de sobrepasar la realidad impulsando lo imaginario y lo irracional).

-Predominio de la intención estética.

-Sus temas se basan en hechos y relatos populares.

-Búsqueda del estilo perfecto.

-Aunque utilizan formas de versificación tradicionales, comienzan a usar el verso libre.

Los autores del 27 debido a la Guerra Civil Española tuvieron diferentes destinos. Algunos de ellos, como Federico García Lorca, fueron asesinados. Otros como Miguel Hernández murieron en la cárcel, y otros como Rafael Alberti y Luis Cernuda tuvieron que exiliarse.

Visto lo visto, podemos decir que el péndulo lo rige todo. Pero quién sabe cuando volverá a manifestarse y dónde nos llevará. Las posibilidades son infinitas mientras se pueda crear algo nuevo. Como dijo una vez Machado, la cosa es soñar caminos. El a dónde lleven… es otra cosa.

Marina Ezama Botas 



Fuentes:
Fuentes:
FUNDACIÓN POLITEIA: D. Joseph Pérez

1 comentario:

  1. El recorrido histórico está bien (aunque te has quedado en el 27), pero lo importante es que marques los personajes, obras o autores que vas a trabajar en Primaria, cómo y por qué.

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