Bloque 1: Literatura infantil, análisis y selección
Todos los lectores, grandes o pequeños, empiezan su andadura como lectores en el mismo escenario: frente a un libro. Cuando leemos por el mero placer de leer, nuestra imaginación nos permite ver el mundo que asoma entre las páginas del libro deseoso de ser visto y descubierto. Sin embargo, muchas personas abandonan este placer, ¿Por qué? Hoy intentaremos dar respuesta a esta inquietante pregunta. Pero para ello, debemos remontarnos a qué se considera literatura infantil y cómo se distribuye.
Cómo dijimos en el artículo anterior, la literatura infantil es aquella que tiene como receptor específico al niño, es decir, aquella que está hecha por y para el público infantil. Hasta ahí todo el mundo parece estar de acuerdo. El problema empieza cuando las editoriales y los centros educativos comienzan a “estandarizar” al niño determinando de forma poco flexible lo que el niño debe leer. Esta “estandarización” fue iniciada por el grupo editorial Barco de Vapor que clasificó sus libros por edades y que más a delante, fue adoptada por todas las demás:
-Blanca Primeros lectores
-Serie Azul 6 – 8 años
-Serie Naranja 8 – 10 años
-Serie Roja 10 -12 años
Personalmente, creo que utilizar como único criterio la edad del niño, para determinar que es lo que debe leer, es un gran error. Cada niño evoluciona en tiempos diferentes a otros niños. Esto ha sido visto en otras materias. Si imponemos a los 8 años los libros que supuestamente corresponden a esa edad, y el niño se encuentra en otro momento evolutivo, podemos generarle frustración. Además, uno de los derechos fundamentales del lector es poder elegir el qué leer. Si privamos de este derecho a nuestros alumnos, a la larga el resultado va a ser que se aburran leyendo y al final, acabarán leyendo por obligación y no por placer. Habremos matado el amor a la lectura…
Así que como futuros maestros, debemos seleccionar con cuidado qué libros vamos a dar a nuestros alumnos. Dirigiendo sí, pero procurando dejar que ellos elijan en función de sus gustos. Con todo, la orientación es fundamental, por eso debemos tener en cuenta que características debe cumplir un libro para ser adecuado a cada uno de los alumnos.
A continuación, utilizando la clasificación de las editoriales, vamos a ver cómo podemos cambiar el hecho de que cada vez más, los niños se aburren con lo que les mandan leer en el colegio:
- Durante los 5-7 años:
Son los primeros años de lectura. Se utilizan textos cortos puesto que están aprendiendo a leer. Generalmente, se encuentran en la etapa de la lectura silábica y por palabras. Los textos suelen estar ilustrados para que el niño compruebe lo que ha leído mediante el dibujo. Lo que más les gusta a estas edades son los cuentos clásicos, fábulas y cuentos de hadas y fantasía.
- Durante los 7-9 años:
Comienza la lectura comprensiva. Coincide escolarmente con el ecuador de Primaria. Desarrollan autonomía lectora y ya no necesitan ilustraciones para comprender los textos cortos. Comprenden la ficción y la fantasía. Lo que más les gusta a estas edades son los relatos que se desarrollan en ambientes que les son cercanos: familia, escuela… Se inician en la lectura de cuentos que hablan de sus propios problemas. Ya pueden leer cuento moderno y novela corta.
- Durante los 9-11 años:
Comienza la etapa de la lectura informativa y documental. Coincide escolarmente con los últimos años de educación Primaria. En esta etapa desarrollan fluidez lectora y pueden leer y entender textos más largos con lenguaje más complicado. Lo que más les gusta son las novelas juveniles. Novelas con temas de aventura, ciencia ficción, comedia. A algunos les interesan las novelas sentimentales, pero generalmente prefieren temas sensacionalistas de tipo detectivesco, sucesos paranormales y temas relacionados con la actualidad.
- Durante los 12-13 años:
Comienza la etapa de la lectura crítica, esta etapa se alargará en el tiempo. Contrastan sus ideas, las compara con sus vivencias. Esta etapa es fundamental porque determina el que el niño siga leyendo o no. Y es en esta etapa precisamente, cuando se pone de manifiesto que algo falla en el sistema educativo. A esta edad, generalmente, los alumnos ya no sienten placer alguno por leer. No se identifican con los textos que el profesor les manda leer.
Es fundamental darle al alumno una literatura que se corresponda con sus dudas existenciales, hacer que él haga suya la literatura no debe ser un pensamiento utópico, debe ser una realidad. La lectura, es una de esas actividades que engrandecen el alma humana. Por eso es tan necesaria.
Entonces, recapitulando, la literatura infantil es aquella que está hecha para el público infantil y se relaciona con los campos de pedagogía, moralidad y folklore. Hablaremos en otros artículos sobre estos campos. Hasta entonces, meditemos acerca de cómo podemos acercarnos a los gustos literarios de nuestros futuros alumnos sin perder de vista su individualidad.
Marina Ezama Botas