Algunas citas memorables

"Si en la noche lloras porque has perdido el sol, las lágrimas te impedirán ver las estrellas" Rabindranath Tagore

"Yo voy soñando caminos" Antonio Machado

"Lo que más me importa de la vida, es vivir" Federico García Lorca

"El mundo nada puede contra un hombre que canta en la miseria" Ernesto Sábato

"Se tú e intenta ser feliz, pero ante todo, se tú" Charles Chaplin

"Hoy es siempre todavía" Antonio Machado

"¿Quién puede saber qué es real y qué es la verdad disfrazada de cuento?" Belgarath

"Yo soy la Justicia" L

"Que puedas no significa que debas" Acheron Parthenopareus

sábado, 31 de diciembre de 2011

Bloque 1: Literatura infantil Análisis y selección


Bloque 1: Literatura infantil, análisis y selección

Todos los lectores, grandes o pequeños, empiezan su andadura como lectores en el mismo escenario: frente a un libro. Cuando leemos por el mero placer de leer, nuestra imaginación nos permite ver el mundo que asoma entre las páginas del libro deseoso de ser visto y descubierto. Sin embargo, muchas personas abandonan este placer, ¿Por qué? Hoy intentaremos dar respuesta a esta inquietante pregunta. Pero para ello, debemos remontarnos a qué se considera literatura infantil y cómo se distribuye.

Cómo dijimos en el artículo anterior, la literatura infantil es aquella que tiene como receptor específico al niño, es decir, aquella que está hecha por y para el público infantil. Hasta ahí todo el mundo parece estar de acuerdo. El problema empieza cuando las editoriales y los centros educativos comienzan a “estandarizar” al niño determinando de forma poco flexible lo que  el niño debe leer. Esta “estandarización”  fue iniciada por el grupo editorial Barco de Vapor que clasificó sus libros por edades y  que más a delante, fue adoptada por todas las demás:
-Blanca Primeros lectores
-Serie Azul 6 – 8 años
-Serie Naranja 8 – 10 años
-Serie Roja 10 -12 años

Personalmente,  creo que utilizar como único criterio la edad del niño, para determinar que es lo que debe leer, es un gran error. Cada niño evoluciona en tiempos diferentes a otros niños. Esto ha sido visto en otras materias.  Si imponemos a los 8 años los libros que supuestamente corresponden a esa edad, y el niño se encuentra en otro momento evolutivo, podemos generarle frustración. Además, uno de los derechos fundamentales del lector es poder elegir el qué leer. Si privamos de este derecho a nuestros alumnos, a la larga el resultado va a ser que se aburran leyendo y al final, acabarán leyendo por obligación y no por placer. Habremos matado el amor a la lectura…

Así que como futuros maestros, debemos seleccionar con cuidado qué libros vamos a dar a nuestros alumnos. Dirigiendo sí, pero  procurando dejar que  ellos elijan en función de sus gustos. Con todo, la orientación es fundamental, por eso debemos tener en cuenta que características debe cumplir un libro para ser adecuado a cada uno de los alumnos.

A continuación, utilizando la clasificación de las editoriales, vamos a ver cómo podemos cambiar el hecho de que cada vez más, los niños se aburren con lo que les mandan leer en el colegio:
-          Durante los 5-7 años:
Son los primeros años de lectura. Se utilizan textos cortos puesto que están aprendiendo a leer. Generalmente, se encuentran en la etapa de la lectura silábica y por palabras. Los textos suelen estar ilustrados para que el niño compruebe lo que ha leído mediante el dibujo. Lo que más les gusta a estas edades son los cuentos clásicos, fábulas y cuentos de hadas y fantasía.
-          Durante los 7-9 años:
Comienza la lectura comprensiva. Coincide escolarmente con el ecuador de Primaria. Desarrollan autonomía lectora y ya no necesitan ilustraciones para comprender los textos cortos. Comprenden la ficción y la fantasía. Lo que más les gusta a estas edades son los relatos que se desarrollan en ambientes que les son cercanos: familia, escuela… Se inician en la lectura de  cuentos que hablan de sus propios problemas. Ya pueden leer cuento moderno y novela corta.
-          Durante los 9-11 años:
Comienza la etapa de la lectura informativa y documental. Coincide escolarmente con los últimos años de educación Primaria. En esta etapa desarrollan fluidez lectora y pueden leer y entender textos más largos con lenguaje más complicado. Lo que más les gusta son las novelas juveniles. Novelas con temas de aventura, ciencia ficción, comedia. A algunos les interesan las  novelas sentimentales, pero generalmente prefieren temas sensacionalistas de tipo  detectivesco, sucesos paranormales y temas relacionados con la  actualidad.
-          Durante los 12-13 años:
Comienza la etapa de la lectura crítica, esta etapa se alargará  en el tiempo. Contrastan sus ideas, las compara con sus vivencias. Esta etapa es fundamental porque  determina el que el niño siga leyendo o no. Y es en esta etapa precisamente, cuando se pone de manifiesto que algo falla en el sistema educativo. A esta edad, generalmente, los alumnos ya no sienten placer alguno por leer. No se identifican con los textos que el profesor les manda leer.

Es fundamental  darle al alumno una literatura que se corresponda con sus dudas existenciales, hacer que él haga suya la literatura no debe ser un pensamiento utópico, debe ser una realidad. La lectura, es una de esas actividades que engrandecen el alma humana. Por eso es tan necesaria.

Entonces, recapitulando, la literatura infantil es aquella que está hecha para el público infantil y se relaciona con los campos de pedagogía, moralidad y folklore. Hablaremos en otros artículos sobre estos campos. Hasta entonces, meditemos acerca de cómo podemos acercarnos a los gustos literarios de nuestros futuros alumnos sin perder de vista su individualidad.

Marina Ezama Botas

domingo, 25 de diciembre de 2011

Toda historia tiene un comienzo, y la literatura también

Bloque 0: Todo viaje tiene un comienzo

Toda historia tiene un comienzo, y este blog no iba a ser la excepción. En vez de empezar nuestra historia de la manera tradicional, voy a empezar con un cuento.

Había una vez un niño curioso, sus padres siempre le decían que estaba en las nubes, imaginando las mil y una aventuras. Un día, la madre, que tenía que ir a una librería cercana a comprar una novela se llevó con ella al niño. El pequeño, que nunca antes había estado en una librería miraba todo con los ojos muy abiertos llenos de curiosidad. Se acercó a una estantería donde estaban otros niños y cogió uno de aquellos extraños objetos rectangulares con fascinantes dibujos en su portada.

¿Este cuento os resulta familiar? Probablemente sea así, porque la mayoría de las historias de la gente que ama leer empezaron acompañando a sus padres a una librería donde quedaron atrapados por la magia de  los dibujos de la portada de algún libro.

Una vez nos hemos remontado al inicio de nuestra historia como lectores, cabe hacerse una pregunta ¿Qué es literatura? Al principio, cuando se nos formula esta pregunta pensamos que es una pregunta de fácil  de responder. Pero a medida que lo vamos meditando nos damos cuenta que es una “pregunta trampa”. ¿Por qué digo que esta es una pregunta trampa? Pues porque es prácticamente imposible definir la literatura como tal. Al nombrar esta palabra se mezclan diferentes acepciones: las que estudian el origen etimológico de la palabra, la manera a la que llamamos al estudio de diversos movimientos literarios, también cuando comparamos autores estamos pensando en literatura… La literatura, como todos los grandes conceptos abstractos tiende a tener diferentes definiciones según el campo que estemos utilizando para su estudiando. Pero parece no existir una definición absoluta y concreta para el propio término. Así que, nos corresponde a nosotros crear una definición para la palabra literatura referido al estudio de la propia literatura. Tras mucho debatir en clase, nos quedamos con la siguiente: La literatura es el arte de la palabra oral y escrita.

Una vez definido el concepto de literatura, debemos preguntarnos qué características debe poseer un texto para ser considerado literario. Estas características son las siguientes:
-Debe poseer una intencionalidad estética y comunicativa. Es decir, debe buscar el expresar algo a través de los recursos comunicativos.
-Tiene que tener una estructura específica
-El texto literario tiene que encuadrarse en uno de los tres grandes géneros: Prosa, Verso o Lírica.
-Por último, pero no por ello menos importante, los textos deben de ser ficción. Pueden estar basados en hechos reales, pero deben tener rasgos de ficción. Si no, estaríamos entrando en la llamada para literatura.

Los textos que no cumplen alguna de las  características mencionadas, entrarían dentro del género para literario. Pero ¿Qué es una obra para literaria? Podríamos decir que es aquella que se escribe sin intención comunicativa. Es algo que surge del interior del autor, un sentimiento que se escribe para que tenga un efecto terapéutico en quien lo escribe. Ejemplo de obra para literaria  sería el Diario de Anna Frank. Existen muchos textos que pueden encuadrarse dentro de esta categoría, pero todos ellos deben tener  en común, el no tener finalidad artística.

Una vez distinguido entre literatura y para literatura, nos queda una última pregunta. ¿Qué es la literatura infantil? Y ¿A qué llamamos literatura infantil? La pregunta parece tonta, pero no lo es. A veces, viendo que el protagonista del relato es un niño tomamos el texto por infantil cuando no es así. Y si no, pensemos en el “Principito” de Antonie de Saint-Exupéry, o en “Alicia en el País de las maravillas” de Lewis Carroll. Estos cuentos tienen como protagonistas a niños, pero no son indicados como lectura infantil. Según Juan Cervera y Marisa Bartolussi, una obra literaria infantil es aquella que tiene como receptor especifico al niño.

Dejando aparte lo complicado que es clasificar los libros por edades, queda claro que para decir que un libro es “infantil”, probablemente el criterio más valido sea, el que el libro, esté  hecho especialmente para llegar al  niño. Así que, una vez aprendido esto, cuando estemos en el aula abstengámonos de mandar el “Principito” a los niños de Primaria. Porque para entender verdaderamente esa obra, hace falta tener cierta perspectiva que a veces no logramos ni aun estando en la plenitud de nuestra edad adulta.

Marina Ezama Botas.