Algunas citas memorables

"Si en la noche lloras porque has perdido el sol, las lágrimas te impedirán ver las estrellas" Rabindranath Tagore

"Yo voy soñando caminos" Antonio Machado

"Lo que más me importa de la vida, es vivir" Federico García Lorca

"El mundo nada puede contra un hombre que canta en la miseria" Ernesto Sábato

"Se tú e intenta ser feliz, pero ante todo, se tú" Charles Chaplin

"Hoy es siempre todavía" Antonio Machado

"¿Quién puede saber qué es real y qué es la verdad disfrazada de cuento?" Belgarath

"Yo soy la Justicia" L

"Que puedas no significa que debas" Acheron Parthenopareus

jueves, 19 de enero de 2012

Bloque 4: Motivando a la lectura

Bloque 4: Animación a la lectura

Bueno, una vez hemos presentado al libro, ha llegado la hora que todos estábamos esperando: la de introducir ese libro en nuestra aula y hacer que los niños disfruten del enorme placer que supone leer. Para que al niño le guste leer es imprescindible una cosa, no presionarle. Si empezamos presionando en cuanto a la lectura se refiere nuestro alumno no tardará en ver la lectura como algo opresivo que le impide disfrutar de las cosas que realmente le gustan. Y ese no es el objetivo, es más, es lo que debemos evitar a toda costa.

Todos nosotros hemos tenido profesores en el colegio que nos han mandado libros para leer aburridos, y muchos de nosotros nos planteamos en un momento determinado el dejar de leer. Una lástima, porque leer nos ayuda a desarrollar una serie de objetivos muy importantes:
-        Se despierta la imaginación y fantasía del niño, al introducirlo en mundos fantásticos o reales, casi siempre desconocidos.
-        Se enriquece su vocabulario, favoreciendo la expresión y comprensión oral y la expresión escrita. Y de esta manera se mejora la ortografía, esa conocida que parece ser lo más importante en las aulas.
-        Mejora la autoestima del niño porque al realizar lecturas expresivas, en voz alta, gana confianza en sí mismo.
-        Aumenta su conocimiento al relacionar las lecturas de diferentes áreas.
-        Comentando lo leído se favorece la conversación y comprensión.
-        A través de la lectura se aprende a estudiar.
-        Descubre la belleza del lenguaje leyendo textos bien seleccionados: narraciones, dramatizaciones, recitaciones...

Como podemos ver, el vicio de leer, es muchísimo más saludable y placentero que muchos a los que dedicamos nuestro tiempo y dinero. Además, la lectura, como todos los vicios cuando te engancha ya no puedes parar. Y esto en el caso de la lectura es una ventaja porque cuanto más se lee más se disfruta y más se aprende. Como futuros profesionales de la enseñanza, tenemos que motivar a nuestros alumnos a leer y hacer una lectura comprensiva, para que no se pierdan ni un solo detalle de ese universo maravilloso que hay tras el libro.

Muy bien, teniendo esto claro ¿Qué es la animación a la lectura? Muchos profesionales la han tratado de definir. Con este concepto sucede lo mismo que con los grandes conceptos abstractos, que es muy complicado definirlo. Montserrat Sarto hablaba de disfrutar leyendo, hablaba de pasión lectora. Y Carmen Olivares hablaba del acto consciente que ejerce un lector enamorado en otro incipiente para acercarlo afectivamente y conscientemente al mundo de la lectura. Teniendo en cuenta la opinión de estas dos grandes eminencias voy a intentar definir lo que es para mí la animación a la lectura. La animación a la lectura es aquella estrategia que utiliza un fervoroso lector para darnos a conocer un nuevo mundo con infinitas posibilidades.

Para poder acercarnos a cumplir una de nuestras más importantes misiones como docentes, no deberemos perder de vista una serie de objetivos:
-        Despertar el placer por la lectura: este primer objetivo es el primordial ya que es el que está estrechamente unido con la animación lectora. Y es lo que va a hacer que se siga leyendo o no cuando se sea mayor.

-        Adquirir nuevos conocimientos: cuánto más se lee, más información se recauda ya sea sobre un tema o sobre experiencias en la vida. Con esto conseguiremos que los niños estén mejor preparados y empiecen a pensar por su cuenta. Cuando efectuemos la elección del libro, no podemos perder de vista el momento evolutivo del niño.

-        Dominar el vocabulario: es necesario que domine el vocabulario usual y fundamental para así desarrollar la comprensión y expresión oral y escrita. Esto supone que el niño descubra lo positivo que puede llegar a ser el lenguaje al descubrir diversas formas de expresarse.

-        Mejorar el autoconcepto del niño: Desarrollar su personalidad. A través de cuentos, poesías infantiles, el niño va ampliando su experiencia y desarrolla su personalidad en el ámbito cognitivo, afectivo… Además de ir ganando autoestima debido a que cada vez es capaz de leer cosas más complicadas.

-        Despertar la imaginación y la fantasía, introduciéndole en otros mundos reales o fantásticos.

-        Automatizar la decodificación de los signos escritos del lenguaje: Letras, sílabas, palabras, signos de puntuación y demás símbolos que conforman la expresión escrita, para conseguir fluidez lectora.

-        Fijar la ortografía de las palabras: Es un hecho comprobado, aquel niño que lee de forma habitual, comete menos faltas de ortografía que el niño lector. Esto se debe a que según se va leyendo la vista "fotografía" las palabras.

-        Aprender a estudiar: No hay ninguna duda que un niño que lee correctamente capta mucho mejor lo que está estudiando que otro niño que lee con dificultad.

-        Describir la belleza del lenguaje: Desarrollando valores estéticos.

Todos estos objetivos deberían ayudarnos a poder elegir mejor los libros que vamos a ofrecer a nuestros intrépidos lectores. Muy bien, y ahora, la siguiente pregunta en responder es la siguiente: ya tengo el libro pero ¿Cómo motivo al niño? Existen diversas maneras de leer o contar un cuento, y un buen maestro las debe conocer para poderlas utilizar cuando se vea en la necesidad de ellas:
-        Cuentos para ser contados: en esta categoría nos encontramos con los cuentacuentos, el teatro de marionetas…
-        Cuentos para ser leídos: en este caso encontraremos cuentos con texto y cuentos con imágenes. Aquí hay diferentes tipos de libros según la edad de nuestro lector, pero en todos los casos, un mismo consejo: hay que conocer el libro primero antes de mandarlo, así que hay que leerlo. Y esto no conviene saltárselo no vaya a ser que les mandemos un libro que no les guste y les resulte tedioso.
-        Cuentos con diferentes materiales: Como papiroflexia. Hay que tener la mente bien abierta a las diversas posibilidades que nos brindan diferentes materiales para contar cuentos.
-        Cuentos de arena y reflectantes: para los cuentos de arena es necesario conocer la técnica ya que el cuento se transmite mediante la utilización de arena. Los cuentos reflectantes son aquellos que se pueden contar en la oscuridad.
-        Cuentos para ser creados: en este apartado nos encontramos con los cuentos viajeros, aquellos que son creados por los niños y las familias. También encontraremos en este apartado el cuento de los nombres, este consiste en crear una historia utilizando las fotos de los niños.

Y ahora, pasemos a hablar de las características del buen motivador a la lectura. Como cada persona es única e irrepetible, pondremos unas características generales: Paciencia, prudencia, constancia, confianza, rigor, creador de ambientes, planificación, creatividad, respeto, coherencia, modestia, sensibilidad, profesionalidad, psicología y persuasión. Y ahora viene lo importante, una lista de errores frecuentes que tenemos que tener mucho cuidado en no cometer. Si lo hacemos estallará la bomba, digo, el niño acabará odiando la lectura. Estos son esos errores frecuentemente cometidos que hacen que haya una persona menos interesada en leer:
1.      Olvidar lo que el niño sabe cuando le enseñamos a leer.
2.      Enseñar a leer desdeñando la comprensión.
3.      Obligar a leer sin dar tiempo para la lectura libre.
4.      Poner el acento en el descifrado y no en el razonamiento.
5.      El mercantilismo lector: hacer siempre algo después de leer (trabajo, resumen, ficha...).
6.      Enfrentar lectura y TV, videojuegos y ordenadores.
7.      Demonizar los cómics.
8.      Considerar al lector un sujeto pasivo que lee lo que le dice el maestro y como éste le obliga a hacerlo.
9.      Leer en voz alta sin haber dominado y comprendido previamente el texto.
10.  Obligar a leer a todos al mismo ritmo, con la misma entonación y con igual velocidad.
11.  Fundamentalismo lector: leer os hará más libres, mejores personas, soñar, vivir aventuras fantásticas...
12.  Hipocresía adulta: ¿por qué no nos ven leer?
13.  Utilizar materiales de lectura anodinos y complejos.
14.  Desatender el derecho del niño a que le cuenten y le lean.
15.  Olvidar que la narración oral lleva a la pasión lectora.
16.  Privar al niño de la posibilidad de crear y contar sus propias historias y poemas.
17.  Igualar los estómagos lectores, acordémonos que no todos los niños de la misma edad están en el mismo momento evolutivo ni tienen los mismos gustos.
18.  Olvidar que el niño es único e irrepetible.
19.  Imponer nuestros gustos lectores.
20.  Ahogar imaginación infantil con textos e ilustraciones planas
21.   Transformar el libro en elemento de tortura. Hay muchos padres y profesores que privan al niño de hacer las cosas que realmente le gustan hasta que no acabe de leer. Esto es lo que se denomina uso del libro como instrumento de tortura.

Pero de nada sirve ser un genial motivador y crear un ambiente magnifico si el niño no pone de su parte. No se puede llevar a cabo la motivación a la lectura si no existe interés en ella por parte del alumno. Por eso, para despertar el interés de nuestros alumnos necesitamos buenas actividades. Existen tres grandes bloques temporales de actividades que se pueden realizar durante la lectura:

-Actividades introductorias o de antes de leer
-Actividades para hacer durante la lectura
-Actividades que hacer para después de leer el libro.

Como opinión personal añado una cosa, aparte de explicarles antes de cada actividad lo que vamos a hacer, debemos realizar actividades entretenidas. No recurramos a “vamos a rellenar la ficha que viene en la página x del libro” porque eso no motiva nada. Así mismo, yo recomendaría utilizar los juegos más entretenidos cuando hemos acabado con la lectura, porque así a parte de quitarse el estrés se quita de encima el aburrimiento y se divierten. Y al asociar la lectura con algo divertido, volverá a querer leer.

Teóricamente es muy sencillo, así que, ¡vamos a llevarlo a la práctica y acabar de una buena vez con la frasecita de “leer es un rollo”!

1 comentario:

  1. Muy bien. Hubiera sido interesante que desarrollaras la tipología de las actividades para trabajar antes durante y después de la lectura.

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